domingo, 24 de marzo de 2013

Celebración

Hoy cumplo años y no sin lágrimas en los ojos he volteado hacia atrás para hacer un recuento de lo que ha sido mi existencia.
Hoy que soy un año más viejo y tal vez más sabio puedo ver en que cosas he acertado y en cuántas más me he equivocado, puedo juzgarme he inclusive condenarme sin piedad alguna por que hoy es un buen día para hacerlo.
Hoy veo que aún no tengo todo lo que quiero pero sigo trabajando para conseguirlo.
Hoy cumplo años y me siento afortunado por que todos los días he aprendido algo de las personas que están a mi lado, aunque a su vez extraño las enseñanzas de aquellas que se fueron.
Me siento afortunado por que las veces que he tropezado me he levantado.
Me siento afortunado por los amigos que puedo contar con los dedos de la mano, en especial aquellos que me apoyaron en mis momentos más álgidos y que me demostraron que estaban ahí en cualquier instante.
Me siento afortunado por que mi familia es el oasis en el que puedo refrescarme cuando tengo sed.
Me siento afortunado por el amor que me han dado y lo que me han enseñado mi esposa y mis hijos todos estos días.
Hoy cumplo años y al voltear hacia atrás me ha ganado la emoción y he derramado un par de lágrimas por que a pesar de todo, inclusive de mi mismo, soy afortunado.

lunes, 11 de marzo de 2013

Nada


Leer "Nada" de Janne Teller es una experiencia intensa, es un libro para adolescentes que debemos leer todos los adultos.
"Nada" es un viaje de autodescubrimiento, de reflexíon acerca de lo que nos da significado y del valor que cada uno de nosotros da a ese significado.

En el cuento ( Janne Teller menciona que esto es un cuento, no una novela) hay un chamaco que se llama Pierre Antón que anda como por los 14 años, así como todos los personajes; bueno, pues de repente el chamaco éste se dá cuenta de que "nada importa, así que no vale la pena hacer nada", deja la escuela, se sube a un ciruelo y además de acabarse todos los frutos del bendito árbol y de ponerse a escupirle los huesos a sus compañeros se pone a gritar una serie de silogismos que hacen que ellos quieran demostrale que está equivocado y deciden deshacerse de algo que consideran que vale la pena para, una vez recopilado todo el "tesoro", bajarlo del ciruelo, mostrárselo  y callarle la boca de un jalón.

El cuento/novela se pone cada vez más rudo conforme cada uno de los personajes se ve obligado a deshacerse de algo valioso para ellos y que por ende les da significado, al grado que las consecuencias que esto origina son impresionantes.

Cuando terminé de leerlo tuve que tomarme unos minutos (como 15) para recuperarme, por que el ritmo vertiginoso en el que está escrito me dejó sin aliento varias veces. De más está mencionar que una vez que empecé a leerlo no pude parar hasta no le ví el fin (ja!, ya lo hice).

El chiste es que este libro nos pone a pensar (de menos) en si alguna vez hemos perdido "algo" que sea de mucha valía para nosotros y cuales fueron las consecuencias de ello -yo me acordé instantáneamente de una sudadera que significaba mucho para mí por ser la primer prenda que me compré con mi primer sueldo a los 15 años y que mi esposa se encargo de tirar por que "ya estaba muy fea" (gracias Isabel)- 
y, desde luego, si el siginificado ese algo que perdimos en verdad tenía significado y porqué (mucho significado ¿verdad?). 

En fín... no se pierdan esta joya literaria en su tienda de libros más cercana.

"Si tienes un problema... resuélvelo"

miércoles, 6 de marzo de 2013

Las 11 Reglas de la vida que tus hijos no aprenderán en el colegio.


A veces en Facebook se puede encontrar algo que vale la pena, gracias a Ignacio Vizcaíno por haber publicado lo siguiente:

Discurso de Bill Gates: Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio

Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:

Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
 
Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres- No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.

Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet.

Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.